lunes, 3 de febrero de 2014

Mini cupcakes de fresa nostálgicos

Últimamente hemos entrado en modo nostálgico en casa.

No en modo "nostalgia = tristeza".

¡¡¡Noooo!!! :-)

Es más bien, en modo "nostalgia = cómo molaban los 80".
 

Todo empezó hace ya casi dos meses. Operaban a mi mediano y tuvimos que pasar tres horas metidos en un box de un hospital esperando a que se lo llevaran al quirófano para hacerle una pequeña operación (no os preocupéis, que está todo bien :-)).

El caso es que tres horas dan para mucho cuando estás metido entre cuatro paredes sin nada más que una cama, una silla y un lavabo.

Yo creía que iba muy bien preparada provista de mi iPhone, unos papeles, unos colores y un buen libro.

Pero no. Eso no era suficiente. Mi mediano no quería jugar con la "maquinita", no quería pintar, no quería jugar al stop, no quería jugar al ahorcado y, por supuesto, no quería que yo leyera :-)

El quería que le contara cosas y más cosas. Que le mantuviese entretenido. Que le distrajese sus pensamientos. Que le hiciese salir de allí con la imaginación.


Y entre las mil historias que le conté, no sé cómo, se abrió paso en mis recuerdos el capítulo de Verano Azul en el que los chicos de la pandilla, cansados de no entender a sus padres, idean distintas maneras de hablar que solo ellos entienden, volviendo así locos a todos los adultos.

Yo soy claramente de la generación Verano Azul. Marcó mi infancia. La he visto tantas veces que me sé muuuchos diálogos de memoria. Hará diez años me compré la serie en DVD. No os digo más...

Así que le conté a mi mediano cómo los chicos empiezan a hablar al revés y el suceso con la señora en la playa que se estaba echando crema en la cara y se acerca Piraña y le dice "Rañose, cerepa tedus nu soyapa". (Leedlo al revés para entenderlo ;-)) ¿Os acordáis?

Pues tanta gracia le hizo a mi mediano que cuando volvimos del hospital fue lo primero que les contó a sus hermanos. Y, cómo no, los tres empezaron a hablar al revés. ¡Qué caos!
 
Y, claro está, la demanda para ver la serie no se hizo esperar.
 
Ya hemos visto casi toda la serie. Lo voy dosificando. Es el gran premio que consiguen si se portan fenomenal: ver Verano Azul mientras cenan :-)

Ya os contaré qué pasa cuando lleguemos a Pancho gritando "Chanquete ha muertooo, Chanquete ha muertooo"... A ver cuántas lágrimas caen, jeje, y que no sean mías...



Y, entrando en rollito revival, hoy os traigo una receta de unos cupcakes deliciosos elaborados con Nesquik. ¡Qué recuerdos esos desayunos y meriendas con un buen vaso de leche cargado de Nesquik!
 
Para darle un toque un poco más actual, el Nesquik es con sabor a fresa. ¡Sí! ¡Sabor a fresa! No os puedo decir si con leche está igual o mejor que el Nesquik de toda la vida de chocolate porque hace mucho que los vasos de leche salieron de mi vida :-( pero os aseguro que en formato cupcake es absolutamente genial.
 
La receta es de Alma, ya sabéis, de Objetivo: cupcake perfecto.

 
Ingredientes (12 cupcakes o 48 mini cupcakes) 
  • 115 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 220 g de azúcar
  • 2 huevos M
  • 220 g de harina
  • 1 cucharadita y media de levadura química (tipo Royal)
  • 120 ml de leche semi desnatada
  • 4 cucharadas de Nesquik de fresa

1. Precalentar el horno a 180º (ya sabéis, lo primero para que no se nos olvide;-))
 
2. Batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla se aclare.
 
3. Añadir los huevos, uno a uno, hasta que se incorporen.
 
4. Tamizar la harina con la levadura química.
 
5. Mezclar la leche con el Nesquik en un vaso.
 
6. Añadimos la leche con Nesquik a la mezcla de la mantequilla.
 
7. Echar la harina y mezclar hasta que la mezcla sea homogénea.
 
8. Repartir la masa en las cápsulas solo las dos terceras partes.
 
9. Hornear  unos 22 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
 
10. Dejar enfriar en el molde 5 minutos.
 
11. Pasamos los cupcakes a una rejilla para que se enfríen del todo.
 

Buttercream de fresa
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 400 g de azúcar glas
  • 3 cucharadas de Nesquik de fresa
  • 60 ml de leche semidesnatada
  • Colorante en pasta rosa

1. Disolver el Nesquik con la leche en un vaso.
 
2. Tamizar el azúcar glas.
 
3. Echar todos los ingredientes en un bol y batir unos cinco minutos hasta que el buttercream quede bien cremoso. 
 

 
Y ¡¡a decorar!!

En mis cupcakes se nota la mano de los chiquis: con ositos de gominola :-)

Un beso enorme y mil gracias por seguir ahí y por vuestros comentarios,




 

9 comentarios:

  1. Preciosa historia y prometedores cupcakes.
    Otro damnificado por Verano Azul.

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  2. Preciosa historia y prometedores cupcakes.
    Otro damnificado por Verano Azul.

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  3. ¡Qué bonitos! :) Me los comería todos, la verdad, de un golpe :)
    - Regando mi cactus

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  4. Yo también soy de la generación de Verano Azul. La de veces que no habré visto la serie y sí, el último capítulo es traumático. Os han quedado unos mini cupcakes preciosos. Besos.

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  5. El día que pongas a tus hijos el último capítulo de Verano Azul no te olvides preparar antes unos cupcakes como estos u otro postre de esos que solo tu sabes hacer. Ya sabes.... las lágrimas con un buen pastel son más llevaderas.
    Besos
    Blanca de
    JUEGO DE SABORES

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  6. Qué bonitos te han quedado esos cupcakes!
    Respecto a lo de Chanquete... Sin palabras, yo todavía no lo he superado... ; )

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  7. Que serie tan maravillosa, diría que una de las mejores que ha hecho TVE.
    Casi, casi tan maravillosa como estos cupcakes.
    Tus hijos tienen que estar súper felices!!
    Un beso

    María

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  8. Tienes un blog precioso y unas maravillosas fotos.Los dulces para mi los tengo vetados. De momento.
    Acabo de hacerme tu seguidora y me quedo por aquí. Si te viene de gusto te pasas por mi blog.
    Un abrazo fuerte.

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  9. Uno cupcake con una pinta genial, saludos.

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