martes, 28 de mayo de 2013

Mermelada de frambuesa

Continuando con la última entrada, hoy os traigo una receta muy sencilla que nos va a venir fenomenal para cuando nos lancemos a hornear la deliciosa tarta de queso (no me resisto a decirlo en inglés: Cheesecake   ¡Qué bien suena!)

La Cheesecake suele ir coronada por mermelada de frambuesa y, ¿para qué vamos a comprar un bote pudiendo hacerla casera?


Esta mermelada de frambuesa es de lo mejorcito que he probado, y mira que la de fresa también es espectacular pero ésta aporta un puntito ácido... mmmmm


Receta
Mermelada de frambuesa

Ingredientes:
 
300 g frambuesas
220 g azúcar


Elaboración:

Un día antes, lavaremos las frambuesas, las secaremos, las colocaremos en un recipiente, las cubriremos con el azúcar y dejaremos macerar en la nevera unas horas.


Basta con dejarlo unas horas. Podéis iniciar la preparación por la mañana para seguir por la tarde o, como yo, empezar por la noche y retomarlo a la mañana siguiente.

 

Pasadas unas horas, sacaremos el recipiente de la nevera y pondremos las frambuesas con el azúcar en un cacito.
 
Al principio pondremos fuego fuerte y, una vez empiece a hervir, lo bajaremos a un fuego medio bajo y lo dejaremos cocer una media hora.
 
Retirad la espuma que se vaya formando y removed de vez en cuando para evitar que se pegue.


Transcurrida la media horita, y aunque os pueda parecer que todavía está un poquito líquida, la apartamos del fuego y con ayuda de un colador, la pasamos para quitar las pepitas (aunque esto es opcional, como dice un amigo mío, "¡hay que cuidar las muelas y los empastes!", jajaja)

 
¡Listo!
 
Ahora ya solo queda guardarla en un bote bien cerrado y esperar a que os dé la receta de la Cheesecake o empezar a dar cuenta de ella con unas buenas tostadas, con el yogur... y, cuando os traiga la receta de la tarta, ¡la volvéis a preparar!  J
 
 
 
 

sábado, 25 de mayo de 2013

Truco: cómo triturar galletas sin llenarlo todo de migas

Hoy os traigo un truco muy tonto y muy fácil: cómo desmigar las galletas.

La razón o excusa por la que os dejo este truqui es porque, en breve, os quiero presentar una receta RIQUÍSIMA:  la New York Cheesecake (¡¡ya estoy otra vez con mis anglicismos!! Tarta de queso) y he pensado que para no recargar el post de la receta, os voy a hacer un par de mini entradas anteriores para que vayáis teniendo unos conocimientos previos y así no alargarme el día de la receta.

Este truqui es una simpleza, pero a lo mejor no se os había ocurrido y es muyyyy cómodo.

Basta con meter las galletas en una bolsa de plástico (bien limpia, no me reutilicéis una bolsa del súper, eh!!) cerrarla e ir aplastándolas con un rodillo.
 
 
Como consejín, os sugiero que no os lancéis contra las galletas con toda vuestra energía porque la liaréis. Yo, la primera vez, me emocioné y de darle tantos porrazos, se terminó rompiendo y se me salieron la mitad de las galletas :-)

Y ya está. Fácil pero útil, no me diréis. Además, las podéis dejar guardaditas en la bolsa bien cerrada y conservarlas así hasta que las necesitéis.
 
 
Un besazo muy, muy fuerte.
 
 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla

¡Por fin pude hornear mi bizcocho de las Carmelitas Descalzas!

Los que me seguís en Facebook sabéis - y a los que no me seguís, os lo digo ahora - que hace un par de semanas me regalaron un vasito con masa madre para elaborar un bizcocho según la receta de las Carmelitas Descalzas de Sevilla.
 
Se trata de una cadena de masa madre para la elaboración totalmente artesanal, sin batidora ni nevera, de un bizcocho maravilloso, súper jugoso.
 
Cuando tienes la suerte de que alguien te ofrece un vasito de masa madre, se inicia una larga relación entre ella y tú, un horizonte de diez días por delante para mimarla, criarla y lograr de ella una masa de provecho :-)
 
Tras ese periodo, hay que separar tres vasitos de masa madre que habrán de ser repartidos a otras tres personas; tres personas a las que quieras y desearles así buena suerte y salud. O, si no, al menos a tres personas que estén dispuestas a pasar diez días dedicándose a la masa madre, jeje.
 
 
Os cuento cómo se hace:
 
  Primer día: se vierte la masa madre en un bol grande y se le añade un vaso de azúcar y otro de harina. Y, muy importante, no se mezcla. 
Segundo día: se mezcla todo bien con una cuchara.
Tercer y cuarto día: no lo tocamos.
Quinto día: se añade un vaso de leche, otro de azúcar y otro de harina. Y, muy importante, no se mezcla.
Sexto día: se mezcla todo bien con un cuchara.
Séptimo, octavo y noveno día: no lo tocamos.
Décimo día: se apartan tres vasos de la mezcla obtenida, la masa madre, y se entregan a tres personas a las que se quiera desear suerte y salud.

¿Habéis visto cómo ha crecido? ¡¡Una pasada!!

Al resto de la masa se añade:

- 2 vasos de harina.
- 1 vaso de azúcar.
- 1 vaso de aceite.
- 1 vaso de leche.
- 1 vaso de nueces (opcional).
- 1 vaso de pasas sin pepitas, previamente enharinadas (opcional).
- 1 sobre de levadura.
- 4 huevos.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 manzana troceada.
- La ralladura de un naranja.

Lo mezclamos todo bien con una cuchara, y al horno, previamente precalentado a 180º unos 50 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo, salga limpio.
¡Ojalá tengáis la suerte de que alguien os regale un vasito con masa madre! Disfrutaréis de un bizcocho sensacional :-)