jueves, 4 de junio de 2015

Galletas de comunión

¡Cómo pasa el tiempo! ¡Mi grande ya ha cumplido 10 años y ha hecho la comunión! ¡Madre mía!


Una de mis mejores amigas, que tiene tres chicos también pero un poco mayores que los míos, es la que me va marcando la ruta. 

Cuando su grande, que es dos años mayor que el mío, aprendió a leer, a mí me fascinó. Le recuerdo en la piscina de la urba leyendo todos los carteles que nos encontrábamos. Y yo pensaba, ¡qué mayor! ¡qué increíble! Y pasó el tiempo, y mi grande también aprendió a leer. Y yo no daba crédito.

Y hace dos años, el hijo de mi amiga hizo la comunión. Y yo pensé, ¡madre mía! ¡qué mayor! ¡la comunión!

Y este año, ¡hala!, mi grande ha hecho la comunión... Esto me lleva inevitablemente al siguiente razonamiento: si mi grande se está haciendo mayor (no hay más que mirarle a la cara), ¿¿¿me estoy haciendo yo también "mayor"??? Jajaja


Como detallito de la comunión, le pregunté a mi grande qué quería regalar a la familia. La respuesta no fue muy sorprendente: galletas de mantequilla decoradas. Lo que sí fue inesperado fue la temática elegida:

- Mamá, es mi comunión, así que quiero galletas de comunión, ¿de qué sino?

- Pues, no sé, de lo que quieras. De lo que más te guste. A Pablo, como está fascinado con el basket, se las voy a hacer de baloncesto.. Si quieres a ti te las hago de fútbol, de animales... ¡qué sé yo!

- Que no, mamá, que es mi comunión, y quiero galletas de comunión.

- ¿De crucifijos, palomas de la paz, cálices, niños de comunión?

- ¡¡Eso, eso, de cruces y de palomas!!

Y como sus deseos son órdenes para mí, jeje, pues me lié a preparar galletitas de crucifijos y palomas de la paz.


La receta de las galletas, la conocéis de sobra, es la que siempre utilizo para hacer las galletas decoradas (pinchad aquí para ver la receta).

Como no quería decoraciones recargadas, a las palomas simplemente les añadí una perlita (a unas doradas y a otras blancas) a modo de ojo; y como no iba a ponerles etiqueta ya que al ser pequeñitas iba a abultar más la etiqueta que la propia galleta, para personalizarlas, decidí grabarle el nombre de mi grande.

Para las cruces, me pareció que podría quedarles muy bien una especie de pespunte. ¡No os creáis que se hace a mano puntada a puntada! Ya está todo inventado. Para hacer este efecto pespunte, hay unos palitos a los que va enganchada una ruedecita con dientes, como un corta pizzas pero dentado. Basta apoyarlo en el fondant y hacerlo girar 





Las cruces sí las envolví con una etiqueta con el nombre de mi grande y la fecha de la comunión.


Y, aunque en un principio lo había descartado, al final preparamos unos recordatorios. Buscando, buscando, encontré en la red unos recordatorios estilo marca páginas que me gustaron mucho. Os dejo el enlace por si os interesa (pinchad aquí). Están en pdf y jpg listos para imprimir cinco por hoja. Para que fueran más personales e involucrar a mi grande en la tarea (al fin y al cabo era su comunión, ¿no?), fue él mismo quien escribió el texto de su puño y letra para cada uno de los invitados.



Yo disfruté mucho preparándolo todo. Ya solo espero que a vosotros os haya gustado también     

Mil gracias por seguir ahí.
Un beso enorme.

2 comentarios:

  1. Cómo crecen... es una lástima... Un recuerdo muy dulce del día de su comunión. Fantástico!!. Besines.

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  2. Que bonitas son las galletitas!!muy lindas!!besos

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