lunes, 22 de diciembre de 2014

Muñeco de nieve de chuches

¡Ya estamos en Navidad!

¡Navidad, Navidad, dulce Navidaaaad! Lalalaaaa lalalala laaaa lalalalalalaaa ¡hey! (versión para los que, como yo, no se aprenden un villancico entero ni para atrás).

Eso, eso, ¡dulce, dulce!

¿¿Aprovechamos para hacer algo dulce, muy fácil y muy muy mono??


 
¡Venga!
 
Ahora que ya han empezado las vacaciones de los niños y que se van a pasar muchas horas en casa, os traigo una manualidad súper sencilla apta para todas las edades y muy dulce.
 
Como siempre, testado en mi casa con un resultado altamente satisfactorio
 
Situación: tarde invernal, con un frío que pela, sin más planes de visitas a la familia, ni de salir a pasear por los mercadillos navideños, ni de atorarse en los concurridos centros comerciales, con los niños subiéndose por las paredes...
 
Momento de sacar una bolsa llena de chuches (eso sí, hay que ser previsores y tenerlas compradas de antemano porque me parece a mí que no se reproducen solas...) y alegrar la tarde a los más pequeños ¡y relajarnos los más mayores!
 
Pues eso, manos a la obra, y hagamos unos sencillos muñecos de nieve con chuches




Ingredientes
Nubes
Gominola grande
Regaliz enrollado
Lenguas
Rotuladores comestibles
Palito o brocheta
(Versionado de los muñecos de nieve de Celebra con Ana).



Montaje

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis:


Yo he utilizado nubes del tipo Marshmallow que son blancas y más gorditas que las típicas rosas de otras marcas.
 
Al meter el palito, vigilad que lo hagáis bien centrado y no metáis las nubes más de lo necesario porque son pegajosas y dejarán el palito pringoso.

 
Hacemos lo mismo con el regaliz enrollado, que será el ala del sombrero, y con la gominola gigante. Si os gusta más, podéis utilizar una mora gigante.
 
Para la bufanda, yo he utilizado lenguas. Las corté longitudinalmente porque sino quedaba una bufanda demasiado gruesa. Con cuidadito se le ata un nudo y listo.
 
En realidad, yo he utilizado estas chuches, pero son todas perfectamente sustituibles por las que más os gusten.
 


Por último, con rotuladores comestibles, le pintamos los ojitos, la boca y los botones. ¡O lo que queráis! Si no tenéis rotus comestibles, se puede sustituir por un poco de chocolate derretido o mermelada y aplicarla con un palillito...
 
¿Molan, no?
 
Aquí os dejo con los muñequitos que hicieron mis hijos. Hasta les pusieron nombre, algunos tienen sentido, otros sigo sin entenderlos 


Ya solo me queda desearos unas muy felices fiestas a todos, que disfrutéis todo lo que podáis, tanto si os gustan o no estas fechas, que siempre podemos positivizar todo y sacar lo mejor. ¿O no?
 
Un beso enorme y ¡hasta el año que viene!
 
 
 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Tarta Guinness con chocolate

Primera parte

¡Ay, ay, ay! ¡Que me ha atrapado la moda del "running"!
 
Si es que yo no sé que tienen los 40. Los 40 años, digo. Es un misterio, pero parece que vienen de la mano de una necesidad imperiosa de cuidarse más, de hacer ejercicio..
 
Mira que yo siempre he hecho deporte. He llegado a los 40 haciendo fitness y pádel. No está mal. No soy una enferma ni una obsesa del deporte, la verdad, pero sí necesito liberar adrenalina y tener subidón con el ejercicio.
 
Pero es que, desde que los 40 llegaron a mi hogar, esto es un no parar... 
 
No sé cómo se las apaña mi marido, pero desde que él cumple años me hace sentir que yo también cumplo. Todos los años lo hace. Desde el momento en que él cumple, me hace el lío y me hace sentir que yo también los tengo. Cinco meses antes. Esto tiene su parte buena, no os creáis, porque con esta técnica de habituación, tras estar cinco meses hecha un lío con los años que tengo, cuando llega el momento de la verdad y pongo un año más, ni me impresiona, jeje.
 
Y así ha sido este también a todos los efectos. Desde abril, el 40 entró por nuestras puertas y era tan suyo como mío. Una maravilla. Así, en septiembre no ha habido depresión ni crisis existencialista ni "na" de "na".
 
A lo que iba, que me enrollo. Que, casualidad o no, desde abril, más o menos, nos ha dado una especie de furia por salir a correr.
 
¡A mí! Que toda mi vida he odiado correr. Que todavía recuerdo con horror los exámenes de los "12 minutos" del cole en los que se me salía el corazón, me sabía la boca a metal, me flojeaban las piernas...
 
¡Quién me ha visto y quién me ve! Aunque reconozco que al minuto o dos de haber empezado la carrerita, no hay día que no me cuestione por qué demonios he salido, quién me obliga, qué narices estoy haciendo como una loca por las calles corre que te corre... Pero, así, por arte de magia, al rato se me pasa :-)
 
Como soy una persona moderada, no me mato corriendo. Vaaale, en realidad es porque todavía no tengo tanta resistencia :-( por lo que ni hago largas distancias ni voy rápido, pero aún así me motiva lo suficiente para seguir saliendo.
 
Y, como esto engancha (no paran de decírmelo, y va a ser que es verdad), me he apuntado a mi primera carrera :-) Solo 5 km. Lo justito para mí :-) Este domingo. Ya estoy nerviosa. Reíros si queréis, pero 5 km son 5 km, ¿o no?


Segunda parte

¡Ooooe, oe, oe, oeeeee! ¡Estoy de subidón! Correr engancha, ¿verdad? Pues participar en carreras ¡es la pera!

El otro día no pude terminar de escribir el post y os dejé en vísperas de la carrera. Y ¡ya ha sido! ¡Esta mañana! ¡Vaya subidón de endorfinas! Lo he disfrutado más de lo que creía. Y es verdad eso que cuentan del "efecto dorsal" o como lo queráis llamar, vamos, que en carrera te creces y te vienes arriba.


Y con este subidón todavía en el cuerpo, antes de que me abandone la energía, quiero compartir con vosotros una receta muy rica y que tenía ganas de hacer desde hace mucho tiempo: la tarta Guinness con chocolate.

Aunque se llama tarta y puede ir cubierta o adornada con un frosting (el de queso Mascarpone es el mejor), también podríamos llamarlo bizcocho y dejarlo así, a medio camino de convertirse en tarta y disfrutarlo tal cual, sin cremas y sin nada, de tan jugoso y suave que resulta.

Ingredientes:

250 ml cerveza negra Guinness
250 g de mantequilla
250 g harina
75 g cacao en polvo sin azúcar (tipo Valor)
400 g azúcar
2,5 cucharaditas de bicarbonato
140 ml de nata líquida 35% m.g.
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla




 
Elaboración:

  Precalentamos el horno a 180º.

Calentamos la cerveza a fuego medio, sin que llegue a hervir, en un cazo. Cuando esté caliente, añadimos la mantequilla cortada a trozos y removemos hasta que se derrita. Retiramos del fuego.

Echamos en un bol los ingredientes secos: la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato. Mezclamos.

En otro bol, ponemos la nata líquida, los huevos y el extracto de vainilla y batimos hasta integrar todo en una masa uniforme.

Incorporamos a este bol la mezcla de la cerveza con la mantequilla y batimos.

Añadimos en ese bol, los ingredientes secos y los mezclamos con movimientos envolventes hasta que no queden grumos y quede una masa bastante líquida.

  Engrasamos un molde de 24 cm o dos 18 cm, vertemos la masa y metemos en el horno previamente precalentado durante unos 50 minutos (hasta que al pincharlo con un palillo, este salga limpio).

Yo preparé dos moldes de 18 cm: uno lo dejé tal cual, como bizcocho y lo tomamos para desayunar, en plan ligero. Riquísimo y muy jugoso. Y el otro, lo decoré ligeramente con una boquilla de estrella con crema de queso Mascarpone (la mitad de cantidad de ingredientes que para la tarta Red Velvet) para darle un toque más fiestero y lo tomamos para merendar con amigos. Las dos versiones, deliciosas.

Animaos a preparar esta receta, aunque sea la versión rápida sin frosting ni nada y ya me contaréis si os gusta :-)

Y animaos a hacer ejercicio. O, ¿ya lo hacéis? :-)

Un beso enorme.

lunes, 27 de octubre de 2014

Galletas dedo de bruja

¡Y sigo en modo Halloween!

Esta vez os voy a enseñar unas galletas terroríficas para celebrar la noche de las brujas por antonomasia... ¡¡unas galletas de sus dedos!!



Súper apropiadas para esta fiesta y un éxito seguro :-)

No me preguntéis por qué pero yo ya he celebrado Halloween. Sí, no hemos podido esperar una semana más y el sábado pasado hicimos una macro fiesta. Típica fiesta de "que cada uno lleve algo" y yo enseguida dije "¡galletas!" (cómo no...).

Así que me puse a rebuscar por Internet y por mis blogs amigos recetas de Halloween que me inspirasen. Y, ¡voilá! me topé con estas galletas tan escalofriantes... Y, buscando más, vi que Dolorss, del blog de cuina de la dolorss, la tenía en su recetario. ¡Yupi! Receta fiable 100%, seguro. Dolorss tiene un blog con miles de platos de todo tipo y para todas las ocasiones, súper bien organizado y seguro a más no poder. Y ella, además, es un sol. Todavía me acuerdo, hace ya un par de años, cuando quise hacer una fideuá con ali oli siguiendo su receta. Me surgieron dudas, le escribí, y, ¡más maja!, me contestó rápidamente.


 
Ingredientes:
 
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 g de azúcar
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 300 g de harina tamizada
- Un pellizco de sal
- Almendras enteras crudas
 
Elaboración
 
Mezclar la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremoso.
 
Añadir los huevos, uno a uno, hasta integrar.
 
 Agregar la esencia de vainilla y seguir batiendo.
 
Echar la harina tamizada con la sal y remover con una espátula o cuchara con movimientos envolventes hasta lograr una masa homogénea y suave.
 
Una vez tenemos la masa, hay que dejarla enfriar en la nevera por lo menos media hora. Para ello, yo hice directamente churros con la masa del grosor de un dedo aproximadamente y largos como las bandeja de la nevera. Y así, envueltos en papel film, los metí en la nevera.
 
Transcurrida media hora (o un día entero si, como en mi caso, las cosas las tenéis que hacer por capítulos porque no disponéis de todo el tiempo del mundo), id sacando churro a churro y cortándolos de la longitud de un dedo más o menos.
 
Le ponéis una almendra por uña y con un palillo le marcáis unos surquitos simulando las arrugas de la piel de los nudillos.
 
Colocáis los dedos en la bandeja del horno sobre papel de hornear o papel de plata y horneadlos durante 15 minutos aproximadamente.
 
Y ya tenemos listos nuestros dedos de brujas más espeluznantes del mundo. ¡No digáis que no dan el pego!
 

 
Muy feliz Halloween a todos aquellos que disfrutéis de esta fiesta y muy feliz día de Todos los Santos a todos aquellos que no os queréis dejar invadir por esta fiesta tan americana :-) Ya sabéis, para gustos los colores, ¡como tiene que ser!, que hay sitio para todo.
 
 
 

martes, 21 de octubre de 2014

Galletas de Halloween

No me lo puedo creer. Ya estamos otra vez en vísperas de Halloween... ¿Qué pasa con el tiempo que se evapora tan rápido? Así, como quien no quiere la cosa, es el tercer Halloween que pasamos juntos a través del blog. Quién me lo iba a decir a mí...¡Qué barbaridad! :-)

Y todo sigue igual: los fantasmas, las calabazas, las arañas, los zombies, los esqueletos, las momias... todos siguen queriendo invadir nuestros hogares.



Y mi casa no podía ser diferente. Mis hijos ya están a la carga con los disfraces que quieren llevar. El mayor no lo tiene muy claro; el pequeño quiere tripitir su disfraz de esqueleto (si le sigue cabiendo, no seré yo quien le lleve la contraria, jeje); y el mediano... ¡ay, el mediano! Ya me está complicando la vida. Que quiere ir de Chucky, dice. Que su "novia" del cole le ha dicho que ella va a ir de Annabelle y que como Annabelle es la novia de Chucky, él quiere ir de Chucky...
 
Y yo no entiendo ni papa de pelis de terror porque me dan... ¡terror! Ya sé que soy mayorcita pero para ciertas cosas parece que la edad no es un grado y yo sigo siendo igual de cagueta que cuando era pequeña. Incapaz total de ver, no ya una peli catalogada de terror sino cualquier escena tonta que pueda dar un poquito de miedo de cualquier peli. Y no solo incapaz de verlas, soy incapaz de escucharlas. Esa musiquita que te pone los pelos de punta, los gritos terroríficos... Así que yo, además de cerrar los ojos como todo el mundo, me tapo los oídos y me pongo a cantar cual posesa para que no llegue a mis tímpanos ni el más mínimo eco o nota. ¡Qué le vamos a hacer!
 
 
 
 
En fin, que ya me he estado "documentando" y he ampliado mi cultura. Ya sé quién Chucky... el muñeco diabólico... (leedlo con tonillo de suspense... ¡qué miedo!) Ya le he puesto cara (horrorosa, por cierto).
 
Y ya he investigado también quién es Annabelle... la muñeca diabólica... (otra vez  tonillo de terror y musiquita muy aguda de fondo).
 
Y... ¡resulta que no son novios! ¡Que cada cual ha vivido en sus pelis pero no han estado juntos nunca! Que sí, que los dos son muñecos diabólicos, que deben ser más malos que la tiña, pero que no han compartido nunca espacio...
 
¡Vaya desilusión se va a llevar mi mediano cuando se lo cuente mañana! Con la ilusión que le hacía ir de Chucky-novio de Annabelle... Aunque no hay que perder la esperanza, parece que se está caminando para que estos dos seres diabólicos compartan pantalla en un futuro no muy lejano. (Los que no conozcáis a estos cúmulos de virtudes, podéis pinchar aquí).
 
Ya veremos en qué acaba el disfraz de mi mediano...
 

Y, mientras tanto, nos centramos un poco en el tema de la repostería para la noche más terrorífica del año.
 
Hace dos años os enseñé a hacer unos fantasmitas de merengue súper resultones y muy ricos y además os mostré las delicias que hice para la fiesta de Halloween que organizó mi amiga María.
 
Y el año pasado... ¡el año pasado no hice ni un post dedicado a Halloween! Un desastre. Se me pasó el mes de noviembre sin enseñaros las galletas tan terroríficas que decoré. Como las hice para un amigo y no quería que las viera antes de entregárselas el día de Halloween, no era plan de publicarlas. Y, después, una vez entregadas, como ya había pasado la fiesta, me dio pereza...
 
Así que este año os traigo los modelos de galletas que preparé el Halloween pasado :-). Decoradas, unas con glasa y otras con fondant, que para gustos, los colores.
 
Espero que os sirvan de inspiración, que ¡todavía estáis a tiempo de hornear! 
 

 
Un millón de besos y, ya sabéis, ¡¡¡truco o trato!!!
 
 
 
 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Galletas integrales

¿Quién quiere unas deliciosas galletitas integrales para merendar?
 
¡Yo, yo, yo!
 
Sí, ya os oigo.
 
Pues no os preocupéis que hoy os dejo una receta facilita facilita y rica rica.
 
 
Hace ya varias semanas me rondaba por la cabeza hacer galletas integrales. Me chiflan las galletas de mantequilla, ya lo sabéis, y las shortbread son, sin duda, mis preferidas pero, para el desayuno o la merienda de todos los días, me parecen un poco demasiado, ¿no creéis?
 
Así que estaba yo dándole vueltas a conseguir una receta más ligera y más sana; unas galletas que se puedan tomar habitualmente como desayuno o merienda sin sentirte culpable.
 
Y, oh, casualidad, hace un par de semanas veo en Facebook que Laura, del blog Sweet Addict, nos invitaba a unas galletitas integrales. ¡Fantástico! Guardé la receta y ya la he hecho con un resultado altamente satisfactorio. Vamos, de esas recetas que no solo están buenas sino que las apuntas para repetir :-)
 
 
 
 Ingredientes
180 g de harina integral
50 g de harina blanca
80 g de azúcar moreno
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de levadura química
120 g de mantequilla
50 ml de leche

 
 
Elaboración
 
Sacamos la mantequilla de la nevera con cierta antelación para que pierda la rigidez (ya sabéis que el tiempo depende mucho de si estamos en verano o en invierno) y la cortamos en daditos.
 
Mezclamos los ingredientes secos (las dos harinas, el azúcar moreno, la sal y la levadura) en un bol.
 
Añadimos la mantequilla en dados y amasamos. Podemos hacerlo tanto con un robot como con las propias manos. Irá tomando textura arenosa.
 
Incorporamos la leche poco a poco a la masa.
 
Colocamos la bola de la masa sobre una lámina de papel film. La cubrimos con otra lámina de papel film y estiramos con un rodillo ayudándonos con unos listones de unos 6 mm de altura.
 
Envolvemos bien la masa y la dejamos reposar en la nevera por lo menos una horita. Si tienes prisa, siempre puedes utilizar el congelador y reducir tiempos :-)
 
Precalentamos el horno a 180º.
 
Sacamos la masa de la nevera y cortamos las galletas como más nos guste.
 
Volvemos a meter las galletas ya cortadas un rato en la nevera de manera que la masa no esté muy blanda y al hornearlas no pierdan la forma.
 
Las colocamos ahora en la bandeja del horno sobre una hoja de papel de hornear y horneamos durante unos 15 minutos. 


Y aquí os dejo. Yo ya os he facilitado la receta, ahora os toca a vosotros poneros manos a la masa y ¡¡a disfrutar!!

♥ Sed felices ♥
 
 
 
 

viernes, 26 de septiembre de 2014

¡He vuelto! (con mi fiesta de cumpleaños)

¡Eco, eco, eeeeeecoooo, eeeeeecooooooo!
 
¿¿Hay alguien ahí??
 
¡Hoooolaaaaa!
 
¡Que he vuelto!
 
¿Os acordáis de mí o ya ni sabéis quién soy?   ;-)
 
Hace tanto tiempo que no me paso por aquí... Desde finales de julio... ¡Qué poca vergüenza! De verdad, ¡qué poquita vergüenza!
 
Y yo, ¿qué os cuento? Ha pasado tanto tiempo y tantas cosas... He perdido la costumbre de venir para contaros cositas y dejaros recetas... Ya no sé ni cómo hacerlo ni por dónde empezar... ¡Esto no puede ser!
 
Empezaré por lo más trascendental de estos últimos meses: he cambiado de década.

Sí, señores, ya llevo un lindo 4 por delante  :-) Ya soy oficialmente una CUARENTAÑERA. No os confundáis, eh, no una cuarentona, no; soy una cuarentañera. Una feliz cuarentañera :-)
 

 
Yo no he tenido una fiesta sorpresa como mi marido (para los que no hayáis leído el post sobre el cumple sorpresa que le preparé, pinchad aquí). La fiesta de mi cumple me la he preparado yo para mí misma, jeje. Aunque no sufráis, no me he quedado sin regalo sorpresa... en octubre nos iremos a Berlín mi marido y yo solitos ¡sin niños! Moooolaaaaa.


A lo que iba.

Yo misma me preparé la tarta, las galletas y la mesa de postres para mi cumple. Como autorregalo :-)

Los que me conocéis, sabéis que yo nunca he sido nada cursi pero desde que mi casa se llenó de hombrecitos, el rosa me vuelve loca, Hello Kitty decora mis pijamas, todo en mi vida es -ito e -ita (diminutivos, para que me entendáis)... Así que, como no podía ser de otra manera, después de darle vueltas a los colores que inspirarían la fiesta, acabé decidiéndome por el obvio: el rosa, jeje. Y para matizarlo un poco, le puse de la mano del gris. Bonita combinación, ¿no os parece?

Colgué racimos de globos rosas y grises, coloqué guirnaldas rosas, elegí servilletas en tonos rosas, até dos globos espectaculares de helio que flotaban sobre la mesa de dulces, escogí chuches de color rosa, blanco y negro...






 
Y como no solo de dulces puede vivir el hombre, además de las chuches, la tarta Red Velvet (sí, me repito un montón, pero es que triunfa como la que más... aunque me comprometo a traeros otras recetas de tartas que he preparado últimamente y que pugnan por quitarle el primer puesto...) y las galletitas de mantequilla, me fui a mi frutería preferida, a la vuelta de la esquina de mi casa, y compré frutita variada veraniega fresquita.
 
Un melón, paraguayas, fresas, uvas, frambuesas, arándanos, uhmmmmm. Todo peladito y partidito para llevarlo directamente a la boca. Así hasta los más vagos comen fruta, ¿a que sí?
 

Feliz como un regaliz por haber cumplido los 40 y ¡más feliz que estaré cuando lo culmine con mi viajecito!
 
Y si habéis llegado hasta aquí es que no os habéis olvidado de mí. ¡¡Yupiiii!! Mil gracias por seguir conmigo y hago propósito de enmienda (sin prometeros nada, por si acaso, jeje), a ver si logro no teneros tan desatendidos.
 
Un beso ENORME,
 
 
 
 
 
 

sábado, 26 de julio de 2014

Tarta falsa de sandía

 
¡¡¡Yupi!!!
 
¡¡¡Hoy empiezan mis vacaciones!!!
 
¡¡¡Por fin!!!
 
Sí, ayer fue mi último día de trabajo y hoy comienzan mis vacaciones, y para no perder ni un día nos vamos ¡HOY! Que sí, que sí, hoy después de comer. Terminaremos de preparar las maletas esta mañana y después de comer... ¡a volar!
 
Y no quería irme sin antes dejaros una idea de postre de verano bien refrescante y original: una tarta falsa de sandía :-)
 

Se trata de jugar con la imaginación de nuestros invitados. Presentamos una tarta y, ¡tachán!, al cortarla aparece... ¡una sandía jugosa y fresquita!
 
¿¿Qué os parece ??
 
La preparación es sencillísima.
 
Basta con que cortemos la base de la sandía para que tenga estabilidad y cortemos también el otro extremo. A partir de ahí iremos pelando toda la sandía. Es muy fácil.
 
Una vez la tengamos toda pelada, podemos dejarla así (como yo) o utilizar la imaginación y darle otra forma. Ya sabéis, como siempre digo, imaginación al poder.
 
Por otra parte, tendremos que preparar un buen montón de nata montada. Para eso os recuerdo la entrada en la que os daba algunos truquitos para no fallar al montarla aunque sea verano como ahora y nos estemos derritiendo a 40º  :- ) Para una sandía de tamaño medio, utilicé 500 ml de nata y 3 cucharas de azúcar.  Pinchad aquí para ver la receta.
 
Ahora secaremos muy bien la sandía con papel de cocina y la iremos cubriendo con una capa generosa de nata.
 
¡Voilà! Ya tenemos nuestra tarta falsa de sandía.
 
Y ¡a decorar! Admite toooooda la variedad de frutas pequeñas que se os ocurran. Incluso, si os ha sobrado bastante sandía, podéis ponerla cortada en bolitas o en diferentes formas ayudándoos de corta-galletas.
 
Yo le he puesto unas cerezas amarillas que, además de deliciosas, me parecía que tenían un color que combinaban muy bien :-)
 
 
Y ya solo una cosita más antes de irme de vacas. ¿Adivináis con quién estuve el jueves?
 
 
 
¿Por qué me caerá tan requetebién esta chica? Mira que es maja :-)

Estuvo haciendo una demo de cupcakes en Pozuelo colaborando con "1 kilo de ayuda" y para allá que me fui con mis chiquis.
 
Nada más llegar, Mavi, la madre de Alma, me reconoció. Mira que es maja también la madre :-)
 
Y allí pasamos una horita charlando un buen rato con Mavi, Alma y su novio. Y comiendo cupcakes, ¡por supuesto!

 

Os deseo un felicísimo verano y nos vemos a la vuelta.

               ¡¡Os quiero!!
 
 

lunes, 14 de julio de 2014

Galletas helado para el verano

No sé qué me pasa con los helados pero me dan mucho respeto.
 
Puede que sea porque muchas recetas son para hacerlos con heladera y yo no tengo ni tendré (si compro un cachivache más, mi marido me echa de casa) o porque  la primera y única vez que los intenté hacer me salió tan mal (así como con el azúcar cristalizado) que ya no me atrevo con ellos.
 
 




 
 
Aunque sigo contenida y no me lanzo, llevo varios días navegando sin parar buscando recetas de helados. Sin mucho criterio, la verdad, porque no sé dónde radica el truco para lograr un helado rico y cremoso que se pueda hacer sin maquinita y sin demasiado trabajo (ahí sale mi vena vaga, jeje :-)) 
 
 
 
Así que, mientras me vuelvo loca buscando una receta que me convenza y que me anime a intentar hacerlos de nuevo, me he aferrado a mi receta adorada e infalible de galletas de mantequilla para hornear una versión segura de helado con masa de galleta decoradas con glasa.





 
Un beso muy grande a todos, mil gracias por leerme, y, si tenéis una receta de helado de esas geniales, ¡compartidla conmigo!
 
 
 
 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Galletas vela para unos 40 años muy especiales


¿Os acordáis de que en el último post os dije que estaba "inmersa en una espiral absorbente de distintos acontecimientos que me han y me tienen sin parar"?
 
Pues uno de los más importantes y que más me ha entretenido en las últimas semanas ha sido la preparación del cumpleaños sorpresa de mi marido. Y es que ¡no todos los años se cumplen 40 tacos!
 



 
No sé si alguna vez habéis preparado un cumpleaños sorpresa. ¡Es tremendo! ¡Estresante a más no poder!
 
Y eso que opté por no celebrarlo en casa (imposible con tanto invitado) y dejé todo el tema en manos de mi cuñado para que él dispusiera la planta de arriba de su restaurante como gustase y eligiese el menú.  Eso sí, ¡le pedí encargarme yo del postre! No me puedo imaginar la cara de mi marido si en su cumple sirven una tarta no hecha por mí, jajaja.
 
Así que mi "to do list" se resumía en:
 
- Coordinar distintos grupos de whatsapp según los distintos grupos de amigos.
- Hornear las tartas de cumple (menos mal que tenía claro que la elegida era la Red Velvet).
- Decidir un modelo de galleta "masculino" y no "infantil" para regalar como recuerdo. Hornearlas y decorarlas.
- Hacer una selección de fotos representativas de los 40 años de mi marido en la que no faltase nadie.
- Hacer un montaje con las fotos para lo que tenía que elegir la banda sonora.
 
No parece tanto, ¿verdad? Pues no sabéis la de días que he invertido en ello... Si estaba con mi marido, no podía dedicarle ni un segundo ¡tenía que ser sorpresa! Si mi marido no estaba, estaban mis tres hijos, ¡qué más entretenimiento quiero! Muy difícil, ya os digo. No os cuento más que una noche me desvelé y para aprovechar, me levanté a las cinco de la mañana y estuve horneando galletas más de una hora. Muy sigilosamente, ¡eso sí!
 
 
Ahora, el resultado fue un diez absoluto :-)
 
En teoría habíamos quedado con otra pareja para cenar. Llegamos escuchando el fútbol en el coche. Aparcamos. Entramos en el restaurante y me dice mi marido: "Qué suerte, tienen el fútbol en la pantalla". "Ya, ya", me dije yo.
 
Y... ¡sorpresa! ¡Cumpleaños feliz!
 
Fue sorpresa-sorpresa 100 %. Cuestión de verle la cara. Impresionado es quedarse corto.
 
Él, que es de hablar y hablar, cuando en los postres empezamos a vocear "que hable, que hable" no fue capaz de articular ni un mini discurso de agradecimiento con sentido. Eso va a quedar en mi memoria para siempre... ¡Dejar a mi marido sin palabras! jajaja
 
Todavía no sé cómo no se estropeó la sorpresa. Con mis tres hijos metidos en el ajo... Sí, tuve que hacerles partícipes para que entendieran que tenían que colaborar conmigo para que la fiesta fuera un éxito. Y vaya si colaboraron. ¡Unos soles!
 
 

Las fotos que estáis viendo son de las galletas que preparé como recuerdo. Después de dudar mucho, me cautivó el modelo de la vela por su sencillez, por ser lo más apropiado para él. Seguí mi receta infalible de galletas de mantequilla para decorar (podéis verla pinchando aquí). Las decoré en tres colores, azul, verde y rosa. Y les até una etiquetita.
 
¿Qué os parecen?
 
Quedaron fenomenal colocadas en una bandeja para que los invitados cogieran la suya.
 
Todo sensacional. Me ha encantado la experiencia. Ha sido muuuyyyy gratificante. Ahora, eso sí, que no se espere otro cumpleaños así por sus 50 porque ¡¡¡¡seguro que todavía no me habré recuperado del desgaste!!!!
 
Mil besazoooooooos
 
 

lunes, 14 de abril de 2014

Gracias ♥♥♥ gracias ♥♥♥ gracias

Es increíble lo generosos que sois conmigo.

Publico a salto de mata, sin día de la semana fijo, cuando puedo y, lamentablemente, cada vez menos a menudo. No me puedo creer que haya pasado más de un mes desde la última vez que escribí un post. Se me cae la cara de vergüenza, creedme.
 
Y ya no solo está el hecho de que publicar últimamente me resulte más complicado sino que, además, apenas puedo sacar un rato para pasarme por mis blogs amigos y dejarles comentarios :-(
 
Y es que en las últimas semanas me he visto inmersa en una espiral absorbente de distintos acontecimientos que me han y me tienen sin parar y me han dejado y me están dejando sin energía para disfrutar  de mis ratos libres. No os digo más que mi frase preferida y más repetida es "¡¡¡quiero dormir!!!"
 
Una vez se están superando con sobresaliente las vicisitudes médicas (ya solo quedan unos flecos para que todos en la familia estemos sanos otra vez), solo me queda coger aire y aguantar el tirón de la mudanza que nos mira con ojos despiadados, esperando con avidez que llegue la Semana Santa para caer a plomo sobre nuestras espaldas. ¡Sí! ¡Os ofrezco la primicia! Mi familia y yo nos mudamos. Dentro del mismo municipio, eso sí, no vayamos a perdernos, jeje. Y estoy muerta de miedo. No para de darme vueltas una pregunta: ¿me llevaré bien con mi nuevo horno? No os riáis. Yo con mi horno actual me entiendo a las mil maravillas. Me conozco todas sus limitaciones y le acepto como es :-) Pero, y el nuevo ¿se dejará querer?
 
Tonterías aparte, no tengo un segundo libre porque, en cuanto puedo parar, se me cierran los ojos y me duermo. ¡¡¡A que os he agotado con solo leerme!!!
 
Por eso estoy tan, tan agradecida y emocionada con vosotros...
 
A pesar de mi falta de regularidad en la publicación de los post, cada vez que publico, me obsequiáis con comentarios preciosos e interactuáis conmigo en Facebook cuando os anuncio el nuevo post.
 
Y más aún: en estas últimas semanas los seguidores del blog y los fans de Facebook han aumentado :-) Me hacéis taaaan feliz como un regaliz :-) A pasito de tortuga, seguimos creciendo. Mi más sincera bienvenida a los nuevos.
 
Hoy, aprovechando este tirón de agradecimiento, quería dar las gracias a Tania de Pecando a Diario y a Silvina de Bouquet Garni Recetas por los premios que han concedido a mi blog.

Tania, ya sé que llego con mucho retraso pero, como más vale tarde que nunca, mil gracias por los dos premios que me diste. La ilusión es tremenda, aunque lo exprese tan tarde :-)
 
 
 
Y Silvina, te agradezco enormemente el premio que has concedido a mi blog.
 
 
Os recomiendo que pinchéis en los enlaces y conozcáis sus blogs. Merecen la pena :-)
 
Para optimizar y dado que los tres premios tienen una base común, voy a hacer una trampilla y voy a acumularlos. Os cuento las condiciones de los tres:
 
1. Nombrar y agradecer el premio a quien te lo ha concedido y hacerte seguidor suyo.

2. Responder a las once preguntas que te propone.

3. Conceder el premio a 11 blogs que te gusten, que estén empezando o que tengan menos de 200 seguidores.

4. Elaborar otras 11 preguntas para los blogueros a los que premias.
 
5. Informar del premio a los premiados.

 
Voy a hacer una mezcla de las preguntas que me han formulado (un dos en uno, jeje).


1. Creaste el blog por...

Para tener todas mis recetas juntitas y no volverme loca buscando entre papelotes en la cocina.

2. ¿Qué te aporta tener un blog?
Mucha felicidad y satisfacción. Es adictivo, ya lo he dicho en más de una ocasión. Nunca pensé que mantendría este proyecto más de un año cuando, a primera vista, no genera nada. Pero eso es solo a primera vista :-) Las que tenéis un blog me entenderéis perfectamente. Es maravilloso recibir comentarios, me arrancan siempre una sonrisa y es muy gratificante comprobar, aunque sea a paso de tortuga, cómo van aumentando los seguidores del blog y de Facebook.
 3. Pan ¿con qué?
 
¡Uy! Pan con todo. Hasta "pan con pan" que como decía mi abuela es "comida de tontos"  :-) Aunque, qué difícil me resulta encontrar un buen pan...
4. ¿Qué es lo que nunca dejarías de comer?

¡Qué difícil! Así, sin pensar mucho... la pasta o el arroz o el tomate... Mi lista sería interminable.¡Me encanta comer!
5. ¿Chocolate o vainilla?

Vainilla... acompañada de un poco de chocolate  :-)

6. Tu estación favorita del año...
La primavera. Esa gran desconocida al menos en Madrid. Me encantan esos días en los que ya empieza a hacer calor, el sol va calentando, al atardecer refresca y necesitas una chaquetita... El paisaje se llena de flores... ¡Ideal! (Alergia al margen, jajaja).
7. ¿Café o té?

Desde hace muchos años, té a muerte. El café ni lo pruebo. Iba a decir ni lo huelo, pero eso no es verdad, el olor del café me sigue chiflando. Pero para tomar, té, sin duda.
8. Un momento de tu niñez.

Los ratos que pasábamos mi hermana y yo con mis abuelos. Son mis momentos más entrañables y no solo de mi niñez. Todavía recuerdo estando ya en primero de carrera, los rollos que les echaba a los pobres en época de exámenes... Esa noche repasando con ellos Derecho Político... Madre mía... Y ellos con cara de interesarles y sin dejar de escucharme... ¡Los mejores abuelos!

9. Algo que odias que pase mientras estás cocinando.

Al margen de esas típicas cosas como que se te queme la comida, se te caiga la sal, el azúcar o cualquier otro ingrediente, me pone muy nerviosa que suene el teléfono. No me mola nada. Confieso que hay veces que no lo cojo...

10. Tus preferidos: ¿platos de invierno o de verano?

Imposible decidirme. ¿Quién puede resistirse a un plato de cuchara? En casa comemos cocido en pleno agosto... Y ¿quién puede negarse a una rica ensaladilla o un delicioso helado aunque caigan chuzos de punta?

11. Tu ensalada favorita.

Cualquiera que no lleve queso :-) Me chiflan las ensaladas. Y si las ha preparado Edel con sus frutos secos, lechugas variadas, naranja, manzana y cualquier otra cosa que se le ocurra ¡mejor!

Después de leer un poco más sobre mí, llega el turno de nombrar a mis ¡¡¡once blogs premiados!!!

Mis felicitaciones para todos ellos :-)












 Y aquí van mis preguntas. Ante mi falta de imaginación, tomo prestadas algunas:
1. ¿Qué te motivó a iniciar tu blog?

2. ¿Y la idea del nombre para tu blog?

3. ¿Cuánto tiempo le dedicas al blog al día o a la semana?

4. ¿Cuál es tu postre preferido?

5. ¿Qué prefieres: dulce o salado?

6. Un momento de tu niñez...

7. El viaje de tus sueños...

8. ¿Qué no puede faltar en tu bolso?

9. Un libro o una película que te haya dejado huella...

10. En tu tiempo libre, te gusta...

11. Eres más de hablar o de escuchar?


Una felicísima Semana Santa y un beso enorme para todos muuuuaaaakkkkk



 

lunes, 24 de febrero de 2014

Galletas bicolor y ¿dónde tengo la cabeza?


"¿Dónde están mis gafas? ¿¿Alguien ha visto mis gafas??"
 
 
Sí, ya, jajaja.
¡Pues no! ¡De jajaja, nada!
 
Que últimamente me siento muy identificada con esta imagen y os aseguro que no mola nada :-(
 
Decidme que os ha pasado a vosotros alguna vez... Que no soy la única que no sabe dónde tiene la cabeza...

 
Bueno, vale, no todos los que me leéis lleváis gafas, pero, ¿no os ha pasado alguna vez que os habéis vuelto locos buscando las llaves y las teníais en la mano? O ¿no os ha pasado alguna vez que habéis removido cielo y tierra buscando el móvil y lo teníais delante de vuestras narices? 
 
¡Jo! Yo últimamente más veces de las deseadas   :-(   
 
¿¿Dónde tengo la cabeza??
 
Intento consolarme pensando que es este ritmo de vida frenético, el trabajo, la casa, los tres niños... ¡Sobre todo los tres niños! ¡Vaya si consumen energía! Y yo que quería tener cuatro, jajaja.  
 
Así que así me veo. Despistada y cometiendo errores como el del otro día en Facebook, que os quería anunciar el último post de los mini cupcakes de fresa y os subí una foto-adelanto de estas riquísimas galletas. Si es que estas cosas pasan por ir como las locas todo el día y no centrarse en nada :-)
 
 
Pero bueno, hoy sí os quiero presentar estas galletitas bicolores y "bisabores" (aunque la palabra no exista me habéis entendido, ¿a que sí?). Las vi en el blog de Bea de El Rincón de Bea y me recordaron a otras bicolores y "bisabores" que hice hace mucho tiempo pero con otro diseño y me dije: "¡qué chulo!, ¡combinar así las masas queda genial!".  
 
Yo he probado la receta de las masas que propone Bea pero se puede hacer igualmente con mis recetas estrella de masa de vainilla y de chocolate o con la que más os guste.
 
Galletas vainilla y chocolate
 
 
 
Ingredientes masa de vainilla
  • 125 g mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 g azúcar glas
  • 1 huevo L
  • 1/2 cucharadita extracto de vainilla
  • 250 g harina trigo
  • 50 g harina de maíz (Maizena)
Ingredientes masa de chocolate 
  • 125 g mantequilla a temperatura ambiente
  • 150 g azúcar glas
  • 1 huevo L
  • 1/2 cucharadita extracto de vainilla
  • 225 g harina trigo
  • 50 g harina de maíz (Maizena)
  • 25 g cacao Valor
     
Elaboración
Empezamos preparando la masa de vainilla:
 
Tamizamos la harina de trigo y la de maíz en un bol.
 
Batimos durante unos minutos la mantequilla con el azúcar glas hasta que quede una pasta suave.
 
Añadimos el huevo medio batido y la media cucharadita de extracto de vainilla.
 
Incorporamos la harina y la integrarmos con movimientos envolventes para que no entre aire.
 
Colocamos un buen trozo de papel film sobre la encimera y estiramos la masa con un grosor de unos 5 mm. Envolvemos bien y la metemos en la nevera para que se enfríe y endurezca.
 
Para la preparación de la masa de chocolate, procedemos de la misma manera pero añadiendo el cacao tamizado a la harina.
 
 
Vamos cortando una de las masas con un cortador cuadrado (o de la forma que queráis) y la otra masa con otro cortador que sea más pequeño.
 
Ahora lo hacemos al revés: cortamos con el cortador cuadrado la segunda masa y con el pequeño la primera.
 
Y ¡a hacer los encajes!
 
Es fundamental que las masas estén muy frías por lo que os recomiendo que según las vayáis cortando las guardéis en la nevera.
 
Una vez montadas las galletas, las metemos en el horno unos doce minutitos, justo hasta que los bordes de las de vainilla empiecen a tomar color. 


Millones de besos a todos y millones de gracias por leerme y, ya sabéis, si encima os dejáis notar dejándome un comentario o haciéndoos seguidores del blog si todavía no lo sois, ¡¡me hacéis más feliz que un regaliz!!