lunes, 22 de diciembre de 2014

Muñeco de nieve de chuches

¡Ya estamos en Navidad!

¡Navidad, Navidad, dulce Navidaaaad! Lalalaaaa lalalala laaaa lalalalalalaaa ¡hey! (versión para los que, como yo, no se aprenden un villancico entero ni para atrás).

Eso, eso, ¡dulce, dulce!

¿¿Aprovechamos para hacer algo dulce, muy fácil y muy muy mono??


 
¡Venga!
 
Ahora que ya han empezado las vacaciones de los niños y que se van a pasar muchas horas en casa, os traigo una manualidad súper sencilla apta para todas las edades y muy dulce.
 
Como siempre, testado en mi casa con un resultado altamente satisfactorio
 
Situación: tarde invernal, con un frío que pela, sin más planes de visitas a la familia, ni de salir a pasear por los mercadillos navideños, ni de atorarse en los concurridos centros comerciales, con los niños subiéndose por las paredes...
 
Momento de sacar una bolsa llena de chuches (eso sí, hay que ser previsores y tenerlas compradas de antemano porque me parece a mí que no se reproducen solas...) y alegrar la tarde a los más pequeños ¡y relajarnos los más mayores!
 
Pues eso, manos a la obra, y hagamos unos sencillos muñecos de nieve con chuches




Ingredientes
Nubes
Gominola grande
Regaliz enrollado
Lenguas
Rotuladores comestibles
Palito o brocheta
(Versionado de los muñecos de nieve de Celebra con Ana).



Montaje

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis:


Yo he utilizado nubes del tipo Marshmallow que son blancas y más gorditas que las típicas rosas de otras marcas.
 
Al meter el palito, vigilad que lo hagáis bien centrado y no metáis las nubes más de lo necesario porque son pegajosas y dejarán el palito pringoso.

 
Hacemos lo mismo con el regaliz enrollado, que será el ala del sombrero, y con la gominola gigante. Si os gusta más, podéis utilizar una mora gigante.
 
Para la bufanda, yo he utilizado lenguas. Las corté longitudinalmente porque sino quedaba una bufanda demasiado gruesa. Con cuidadito se le ata un nudo y listo.
 
En realidad, yo he utilizado estas chuches, pero son todas perfectamente sustituibles por las que más os gusten.
 


Por último, con rotuladores comestibles, le pintamos los ojitos, la boca y los botones. ¡O lo que queráis! Si no tenéis rotus comestibles, se puede sustituir por un poco de chocolate derretido o mermelada y aplicarla con un palillito...
 
¿Molan, no?
 
Aquí os dejo con los muñequitos que hicieron mis hijos. Hasta les pusieron nombre, algunos tienen sentido, otros sigo sin entenderlos 


Ya solo me queda desearos unas muy felices fiestas a todos, que disfrutéis todo lo que podáis, tanto si os gustan o no estas fechas, que siempre podemos positivizar todo y sacar lo mejor. ¿O no?
 
Un beso enorme y ¡hasta el año que viene!