lunes, 27 de octubre de 2014

Galletas dedo de bruja

¡Y sigo en modo Halloween!

Esta vez os voy a enseñar unas galletas terroríficas para celebrar la noche de las brujas por antonomasia... ¡¡unas galletas de sus dedos!!



Súper apropiadas para esta fiesta y un éxito seguro :-)

No me preguntéis por qué pero yo ya he celebrado Halloween. Sí, no hemos podido esperar una semana más y el sábado pasado hicimos una macro fiesta. Típica fiesta de "que cada uno lleve algo" y yo enseguida dije "¡galletas!" (cómo no...).

Así que me puse a rebuscar por Internet y por mis blogs amigos recetas de Halloween que me inspirasen. Y, ¡voilá! me topé con estas galletas tan escalofriantes... Y, buscando más, vi que Dolorss, del blog de cuina de la dolorss, la tenía en su recetario. ¡Yupi! Receta fiable 100%, seguro. Dolorss tiene un blog con miles de platos de todo tipo y para todas las ocasiones, súper bien organizado y seguro a más no poder. Y ella, además, es un sol. Todavía me acuerdo, hace ya un par de años, cuando quise hacer una fideuá con ali oli siguiendo su receta. Me surgieron dudas, le escribí, y, ¡más maja!, me contestó rápidamente.


 
Ingredientes:
 
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 g de azúcar
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 300 g de harina tamizada
- Un pellizco de sal
- Almendras enteras crudas
 
Elaboración
 
Mezclar la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremoso.
 
Añadir los huevos, uno a uno, hasta integrar.
 
 Agregar la esencia de vainilla y seguir batiendo.
 
Echar la harina tamizada con la sal y remover con una espátula o cuchara con movimientos envolventes hasta lograr una masa homogénea y suave.
 
Una vez tenemos la masa, hay que dejarla enfriar en la nevera por lo menos media hora. Para ello, yo hice directamente churros con la masa del grosor de un dedo aproximadamente y largos como las bandeja de la nevera. Y así, envueltos en papel film, los metí en la nevera.
 
Transcurrida media hora (o un día entero si, como en mi caso, las cosas las tenéis que hacer por capítulos porque no disponéis de todo el tiempo del mundo), id sacando churro a churro y cortándolos de la longitud de un dedo más o menos.
 
Le ponéis una almendra por uña y con un palillo le marcáis unos surquitos simulando las arrugas de la piel de los nudillos.
 
Colocáis los dedos en la bandeja del horno sobre papel de hornear o papel de plata y horneadlos durante 15 minutos aproximadamente.
 
Y ya tenemos listos nuestros dedos de brujas más espeluznantes del mundo. ¡No digáis que no dan el pego!
 

 
Muy feliz Halloween a todos aquellos que disfrutéis de esta fiesta y muy feliz día de Todos los Santos a todos aquellos que no os queréis dejar invadir por esta fiesta tan americana :-) Ya sabéis, para gustos los colores, ¡como tiene que ser!, que hay sitio para todo.
 
 
 

martes, 21 de octubre de 2014

Galletas de Halloween

No me lo puedo creer. Ya estamos otra vez en vísperas de Halloween... ¿Qué pasa con el tiempo que se evapora tan rápido? Así, como quien no quiere la cosa, es el tercer Halloween que pasamos juntos a través del blog. Quién me lo iba a decir a mí...¡Qué barbaridad! :-)

Y todo sigue igual: los fantasmas, las calabazas, las arañas, los zombies, los esqueletos, las momias... todos siguen queriendo invadir nuestros hogares.



Y mi casa no podía ser diferente. Mis hijos ya están a la carga con los disfraces que quieren llevar. El mayor no lo tiene muy claro; el pequeño quiere tripitir su disfraz de esqueleto (si le sigue cabiendo, no seré yo quien le lleve la contraria, jeje); y el mediano... ¡ay, el mediano! Ya me está complicando la vida. Que quiere ir de Chucky, dice. Que su "novia" del cole le ha dicho que ella va a ir de Annabelle y que como Annabelle es la novia de Chucky, él quiere ir de Chucky...
 
Y yo no entiendo ni papa de pelis de terror porque me dan... ¡terror! Ya sé que soy mayorcita pero para ciertas cosas parece que la edad no es un grado y yo sigo siendo igual de cagueta que cuando era pequeña. Incapaz total de ver, no ya una peli catalogada de terror sino cualquier escena tonta que pueda dar un poquito de miedo de cualquier peli. Y no solo incapaz de verlas, soy incapaz de escucharlas. Esa musiquita que te pone los pelos de punta, los gritos terroríficos... Así que yo, además de cerrar los ojos como todo el mundo, me tapo los oídos y me pongo a cantar cual posesa para que no llegue a mis tímpanos ni el más mínimo eco o nota. ¡Qué le vamos a hacer!
 
 
 
 
En fin, que ya me he estado "documentando" y he ampliado mi cultura. Ya sé quién Chucky... el muñeco diabólico... (leedlo con tonillo de suspense... ¡qué miedo!) Ya le he puesto cara (horrorosa, por cierto).
 
Y ya he investigado también quién es Annabelle... la muñeca diabólica... (otra vez  tonillo de terror y musiquita muy aguda de fondo).
 
Y... ¡resulta que no son novios! ¡Que cada cual ha vivido en sus pelis pero no han estado juntos nunca! Que sí, que los dos son muñecos diabólicos, que deben ser más malos que la tiña, pero que no han compartido nunca espacio...
 
¡Vaya desilusión se va a llevar mi mediano cuando se lo cuente mañana! Con la ilusión que le hacía ir de Chucky-novio de Annabelle... Aunque no hay que perder la esperanza, parece que se está caminando para que estos dos seres diabólicos compartan pantalla en un futuro no muy lejano. (Los que no conozcáis a estos cúmulos de virtudes, podéis pinchar aquí).
 
Ya veremos en qué acaba el disfraz de mi mediano...
 

Y, mientras tanto, nos centramos un poco en el tema de la repostería para la noche más terrorífica del año.
 
Hace dos años os enseñé a hacer unos fantasmitas de merengue súper resultones y muy ricos y además os mostré las delicias que hice para la fiesta de Halloween que organizó mi amiga María.
 
Y el año pasado... ¡el año pasado no hice ni un post dedicado a Halloween! Un desastre. Se me pasó el mes de noviembre sin enseñaros las galletas tan terroríficas que decoré. Como las hice para un amigo y no quería que las viera antes de entregárselas el día de Halloween, no era plan de publicarlas. Y, después, una vez entregadas, como ya había pasado la fiesta, me dio pereza...
 
Así que este año os traigo los modelos de galletas que preparé el Halloween pasado :-). Decoradas, unas con glasa y otras con fondant, que para gustos, los colores.
 
Espero que os sirvan de inspiración, que ¡todavía estáis a tiempo de hornear! 
 

 
Un millón de besos y, ya sabéis, ¡¡¡truco o trato!!!
 
 
 
 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Galletas integrales

¿Quién quiere unas deliciosas galletitas integrales para merendar?
 
¡Yo, yo, yo!
 
Sí, ya os oigo.
 
Pues no os preocupéis que hoy os dejo una receta facilita facilita y rica rica.
 
 
Hace ya varias semanas me rondaba por la cabeza hacer galletas integrales. Me chiflan las galletas de mantequilla, ya lo sabéis, y las shortbread son, sin duda, mis preferidas pero, para el desayuno o la merienda de todos los días, me parecen un poco demasiado, ¿no creéis?
 
Así que estaba yo dándole vueltas a conseguir una receta más ligera y más sana; unas galletas que se puedan tomar habitualmente como desayuno o merienda sin sentirte culpable.
 
Y, oh, casualidad, hace un par de semanas veo en Facebook que Laura, del blog Sweet Addict, nos invitaba a unas galletitas integrales. ¡Fantástico! Guardé la receta y ya la he hecho con un resultado altamente satisfactorio. Vamos, de esas recetas que no solo están buenas sino que las apuntas para repetir :-)
 
 
 
 Ingredientes
180 g de harina integral
50 g de harina blanca
80 g de azúcar moreno
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de levadura química
120 g de mantequilla
50 ml de leche

 
 
Elaboración
 
Sacamos la mantequilla de la nevera con cierta antelación para que pierda la rigidez (ya sabéis que el tiempo depende mucho de si estamos en verano o en invierno) y la cortamos en daditos.
 
Mezclamos los ingredientes secos (las dos harinas, el azúcar moreno, la sal y la levadura) en un bol.
 
Añadimos la mantequilla en dados y amasamos. Podemos hacerlo tanto con un robot como con las propias manos. Irá tomando textura arenosa.
 
Incorporamos la leche poco a poco a la masa.
 
Colocamos la bola de la masa sobre una lámina de papel film. La cubrimos con otra lámina de papel film y estiramos con un rodillo ayudándonos con unos listones de unos 6 mm de altura.
 
Envolvemos bien la masa y la dejamos reposar en la nevera por lo menos una horita. Si tienes prisa, siempre puedes utilizar el congelador y reducir tiempos :-)
 
Precalentamos el horno a 180º.
 
Sacamos la masa de la nevera y cortamos las galletas como más nos guste.
 
Volvemos a meter las galletas ya cortadas un rato en la nevera de manera que la masa no esté muy blanda y al hornearlas no pierdan la forma.
 
Las colocamos ahora en la bandeja del horno sobre una hoja de papel de hornear y horneamos durante unos 15 minutos. 


Y aquí os dejo. Yo ya os he facilitado la receta, ahora os toca a vosotros poneros manos a la masa y ¡¡a disfrutar!!

♥ Sed felices ♥